De un tiempo a esta parte, cualquier totanero al que se le pasara por la cabeza salir a rondar los locales de la ciudad, encontraba en la mayoría de ellos las persianas acariciando el suelo. Lo que años atrás, cuando el apogeo económico y el bienestar social, eran auténticos circuitos de ocio, yendo y viniendo de un bar a otro, todos llenos, con ambiente, con gente disfrutando de la noche, fue lentamente cristalizando a través de los humos de la crisis recién prendida en carteles de cerrado, neones apagados, bares muertos. La ciudad, fantasma en vida algunos viernes y sábados a partir de ciertas horas, parece tomar esta nueva temporada un cariz insólito, ya casi olvidado, al empuje de los nuevos cierzos de recuperación que nos vienen soplando en los últimos días.

Totana ha vuelto a la noche. La recuperación está aquí y hemos empezado a escalar el pozo donde hace unos años nos colamos, y se nota. Porque España es un país petado con emprendedores de valía que no se dejan amedrentar, y tal que así en nuestra querida Totana. Entre esos emprendedores, los gerentes de Platea Bar Restaurante, quienes de la nada han ideado un proyecto difícil materializado en cocina de autor, cafés selectos, copas Premium y música pop de dentro y fuera de nuestras fronteras, con unos precios que nada tienen que ver con la calidad general que atesora el local entre sus paredes, un servicio inmejorable y materiales aventajados para construir una gran noche en Totana. No os lo perdáis.

Copa Premium en Platea

Junto a Platea, los grandes supervivientes de la noche: Tumar y Rock Café. Cada uno con su ambiente y su música han sabido aguantar estoicamente las marejadas de la crisis y los malos momentos, añadiendo innovación al trabajo bien hecho, proponiendo fiestas y conciertos con los que disfrutar un rato del descanso bien merecido cada fin de semana. A ellos les debemos la poca diversión nocturna la pasada temporada.

Por todo ello, desde Vivir en Totana queremos agradecer el esfuerzo, las noches en vela, el afán reformista y los malos ratos de estos emprendedores totaneros, pues al fin y al cabo, no ha sido fácil durante este tiempo pensar bonito y creer en ello, soñar y atreverse, estar ahí. Os esperamos en Totana para mucho tiempo. ¡Suerte!