¿Dónde te ves en diez años?
“-Quisiera que siempre fuera así- dijo él.
-Siempre es solo un momento- dijo ella.”
La historia interminable- Michael Ende
Podrían ser las nueve menos cuarto de la noche, mediado agosto, una terraza en la mismísima orilla de la playa de una cala de por aquí, calor a capazos, dos trozos de limón nadando en sendos chorros de ginebra, morena, ojos-negros-piel-canela.
-¿Dónde te ves dentro de diez años?
Este tipo de preguntas eran su pan de cada día. Se pasaba el día pensando en los designios del destino para cada uno de nosotros, preocupada, como si discurriera su vida sobre un cable tensado entre los pisos 80 de las Torres Petronas. Una existencia tranquila llevada a la cuerda floja.
– No me planteo mi vida tan a largo. Aunque quizá es el momento de hacerlo.
– ¿Y si hace diez años te hubiera hecho esta misma pregunta?
-No sé. Los que embarcamos en este viaje en la década de los ochenta vivimos, para bien y para mal, un trayecto compartido. Hace diez años escuchábamos más rock que pop, vestíamos a rayas y salíamos tres veces por semana con poco dinero en los bolsillos. Dábamos toques entre móviles de recarga, alquilábamos estrenos en videoclubs y los amores estaban de paso. Los primeros trabajos remunerados se mezclaban con el final de los estudios, las amistades eran más y de menos calidad, nos mostrábamos a través de pequeños cachos de canción en los estados de messenger y Gran Hermano era nuestro prime time televisivo, aunque suene triste.
Somos la generación de la baticao, del Pang, los conejillos de indias de la era digital. Pillábamos los Ibiza Mix de Electro Kays y nuestro primer Casio en el Bazar Tokyo. Teníamos recreativos en cada esquina, sabemos cantar los ingredientes de la Nocilla y en el colegio todas olían a Chispas. Así somos.-
Poco a poco los estadios de la vida nos han ido situando, si bien formamos parte de la generación zarandeada por la crisis y la mayoría de nosotros estamos todavía dando vueltas aquí y allá, esperando que calmen las aguas para fondear.
– ¿Y tú? ¿Dónde te ves dentro de diez años?
– Supongo que todo vendrá y seguiremos tomando decisiones, adecuadas o no, para continuar el camino o para cambiar de sentido, para consolidar aquellas cosas de las que estamos convencidos o para corregir errores y seguir aprendiendo. ¿Qué es lo siguiente? Un trabajo estable, una familia, un hogar… por algún sitio habremos de empezar. Al final, lo importante, dentro de diez años, es poder decir que, como hoy, no nos arrepentimos de nada.
Deja un comentario