Si diciembre es el mes de las navidades, los regalos, la familia, las compras y las cenas, enero es el mes de la cuesta. De una gran y enorme cuesta, provocada por el gasto de más en fechas navideñas, y las subidas de los precios, casi tan tradicionales como las doce uvas todavía estamos digiriendo.

Pero esa cuesta hay muchas formas de tomarla. Y si lo haces bien, y siguiendo estos pequeños consejos, es posible que hasta se te pase rápido, como una pequeña rampa que te lleva hacia un año nuevo que promete emociones fuertes.

No te agobies. No merece la pena, y no vas a conseguir nada. Respira hondo y piensa en positivo. Ya tendrás mucho camino recorrido.

Priorizar: Es aconsejable elaborar una lista con los gastos variables y clasificarlos por prioridades. Es preferible dejar aquellos que no sean tan importantes para más adelante y pensar en ellos cuando la economía doméstica se haya restablecido.

Busca nuevas ofertas. Revisar el gasto de las diversas facturas del hogar, como la de la luz o el gas, y buscar la compañía que más se ajuste al presupuesto disponible,  puede ser una buena idea. Además enero suele ser el mes ideal paraaprovecharse de nuevas ofertas propuestas por las compañías.

No tires demasiado de tarjeta: usar la tarjeta de crédito hace que descontroles el gasto y luego tengas que pagar intereses. Es mejor que pagues en efectivo hasta que te recuperes.El hecho de ver el dinero físicamente implica un control mayor de éste.

Cuidado con las rebajas: Enero es también sinónimo de “chollos”. Sin embargo, hay que tener cuidado y no dejarse llevar por la fiebre consumista. Es preferible comprar aquello que realmente suponga un ahorro y sea necesario.