Te queremos, septiembre

¿Qué tienen en común los meses de enero y septiembre? Pues a parte de que son dos meses donde muchas personas se incorporan a sus trabajos después de unas largas vacaciones,  también suelen ser sinónimo de cambio, esperanzas en el curso que llega y nuevos propósitos.

¿Y en qué se diferencian? Pues básicamente en que si en enero tenemos un inmenso año por delante para cumplir esos buenos deseos, septiembre nos avisa de que, o nos ponemos las pilas, o un nuevo año nos quedaremos sin ir al gimnasio, hacer ese viaje que tanto queríamos o aprender ese idioma de una dichosa vez.

Sin embargo, algunas veces esas prisas y esa urgencia no es tan mala como la pintan, y la cercanía de ese plazo hace que esta vez si, nos lo tomemos en serio y nos pongamos a tope con ese propósito que se nos resiste. Y a todo esto… ¿cuales son los más habituales?

• Dejar de fumar. Un clásico. No es para nada fácil, pero tampoco imposible. ¡Sabemos que tú puedes y confiamos en ti! Recuperarás años de vida, respirarás mejor y sobre todo, tu corazón laterá con fuerza durante mucho  más tiempo.
• Aprender inglés. Has decidido aprender inglés de una vez por todas, eso está muy bien. ¿Pero qué hacer para que este objetivo llegue a buen puerto? Lo primero es tener paciencia y no desesperarse. Con trabajo, un poco de tiempo y esfuerzo lo logras
• Perder peso. Otro clásico. Que os vamos a decir después de un verano lleno de comidas copiosas, mojitos y noches demasiado largas. ¡Toca sudar y aguantar unos primeros días de agujetas!
• Independizarse. Salir de casa de tus padres no es fácil, pero una vez que encuentras un buen sitio ten por seguro que no querrás volver. Seguro que si te pones los motivos al final te sobran para hacerlo.

Estos son los propósitos clásicos de este mes que nos gusta tanto, pero seguro que hay muchos más… ¿cual es el tuyo?