Mucho más que una Romería…

Si tuviésemos que explicar a alguien que no es de Totana qué es la bajada de Santa Eulalia seguro que no nos limitaríamos a decir que es una romería. Es una romería que es mucho más. Es tradición, es fe, es cultura, es hermandad, es diversión, es solemnidad… en definitiva es unión del pueblo de Totana.  Si eres de los que bajas y subes a Santa Eulalia seguro que te sonarán estas escenas:

-Guitarras e instrumentos varios para amenizar la bajada, ¿cuántas veces has entonado “canta morena que eres totanera…” o “con el pin piri rin pin pin, con el pan para ran pan pan, al que no le gusta el vino es un animal, es u n animal…”?

-Pañuelo en el cuello que no falte, igual que tampoco unos buenos pares de guantes y gorros, que queremos llegar sin un constipado.

-Subirse de madrugada para hacer unas migas mientras llega la hora es otra costumbre que seguro habrás hecho, y es que estar alrededor del fuego cantando mientras el más diestro las prepara es algo que tiene un encanto especial.

-Tanto la subida como la bajada de Santa Eulalia requiere una bota de mantellina para calentar las gargantas y ayudar a entrar en calor, que el frío que se vive a primera hora de la mañana en la sierra hay que combatirlo de alguna forma.

-Y si unas botas de mantellina o de un buen vino no pueden faltar, tampoco los picoteos para el camino, además de las paradas en las mesas que ya están dispuestas esperando a los romeros. Los aperitivos son variados, pero unas ristras de salchichón o jamón no pueden faltar.

-Hacer cola para la chocolatada es un clásico, un buen chocolate acompañado con un bizcocho es el desayuno perfecto para iniciar el trayecto.

-Pero sin duda lo mejor de acompañar a santa Eulalia hasta Totana, o luego desde Totana hasta el Santuario, es la compañía. Subir en compañía de amigos y familiares año tras año, y año tras año ir inculcando la tradición a los niños. La hermandad de totaneros acompañando a la patrona es lo que hace única esta romería.