DIEZ COSAS DE NUESTRA SEMANA SANTA
1. El CENTRO CIUDAD
Las iglesias, históricamente, están en el centro. Las procesiones de Semana Santa, históricamente, salen de las iglesias y se recogen en las iglesias. En el centro también hay bares.
Si lo juntas todo, te sale que la marcha, obviamente, va a estar por el centro.
2. LOS TRASLADOS
En Totana somos muy de ir con mi chandal y mis tacones, arreglá pero informal. En Semana Santa esto se traduce en lo siguiente: las dos procesiones con más expectación son las dos “no oficiales”, o lo que es lo mismo, dos procesiones que no son procesiones.
Que no están en el calendario procesional, vamos. Sin autoridades.
Y esto es así. Pocas veces podréis ver la Plaza de la Constitución tan a rebosar de gente como Jueves Santo por la mañana, cuando todas las hermandades y cofradías trasladan la imaginaria hasta la iglesia, y
Viernes Santo por la noche, cuando se recogen de nuevo a sus Hermandades.
3. TABLETAS
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Y así todo el Santo día.
En Semana Santa no repican las campanas, por eso este pseudo instrumento que avisa de que hay procesión en marcha.
4. UNAS CERVEZAS EN LA GLORIETA
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y la Procesión de Jueves Santo por La Glorieta, no se nos ocurre mejor lugar para estrenar la túnica que esta mítica plaza. Puedes llevarte la cena en el buche.
5. MAÑANEO DE VIERNES SANTO
Jueves Santo es un día duro. Viernes Santo es el acabose.
La túnica da calor pero sigue en su sitio, algo más arrugada que el día anterior, con varios lamparones bien disimulados por el negro brillo y con ganas de empezar el único Viernes Santo que tenemos al año. Va quedando menos Semana Santa. Aprovecharla al máximo es casi un deber. Sol, túnica, tambores, cornetas y unas cañas.
6. EL SEPULCRO
En Totana en Semana Santa es fiesta, y aunque esté pasando Jesús en el Sepulcro, estamos de fiesta. Es así. Los bares están llenos, la gente está alegre, contenta, dispersa, con la barriga llena, la copa en la mano, riendo, charlando. Creyentes y no creyentes en torno a una tradición religiosa, siempre desde el respeto a las formas y a las creencias de cada uno.
7. LAS MESAS DE SEMANA SANTA
La Semana Santa se vive en la calle, pero también en las casas. Sobre todo en la de aquellos amigos o familiares que tienen la enorme fortuna de vivir en el itinerario de las procesiones. Esas casas suelen estar abiertas de par de par, como ningún otro día del año, con las mesas a tope de empanadillas, huevos de codorniz, habas, tomate partío, bonito, ensaladilla rusa, boquerones, tortilla de patata, caracoles…
8. Y HABLANDO DE CARACOLES
La Puntoná, ese baile semanasantero que se marcan “Los Armaos” también es digno de ver.
8. TUNIC STYLE
A las fiestas hay que ir bien vestido, también en Semana Santa. Al básico de túnica negra brillo o mate, cuerda, capirote rizado y fajín, hemos de añadir las siguientes sugerencias:
1. Llevar un pin: sí. Llevar diez pines: no.
2. Túnica remangada hasta la cintura. Hubo un tiempo en que la gente se remangaba la túnica para andar más cómodo, metiéndose los bajos en los bolsillos. Hay quien todavía lo hace. Por sus arrugas los conocerás.
3. CAMISA BLANCA. Lo ponemos en mayúscula. Es tan importante como la propia túnica. Ponerse camisa blanca debajo de la túnica debería considerarse parte del proceso: Túnica, capirote, cuerda, fajín y camisa blanca. Lo demás no queda bien.
4. Túnicas gastadas. Con solera, con caché, con muchas semanas santas en la cola.
9. SÁBADO SANTO
Resaca.
10. EL ENCUENTRO
La Procesión del Encuentro pone fin a la Semana Santa. Para este domingo son pocas las fuerzas y menos los dineros en los bolsillos. Aun así, ahí que salimos de nuevo al centro del pueblo con tal de pasar juntos otro ratico más de sol, cerveza, alegría y procesiones.
¡Y hasta el año que viene!
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